miércoles, 5 de febrero de 2014

Como limpiar tus brochas


Hace poco mencioné que es importante limpiar tus brochas con regularidad, el problema es ¿con que frecuencia? y ¿qué método es mejor?
Lo que a mi mejor me funciona, es limpiar mis brochas de una manera profunda una vez a la semana, máximo cada dos, y si es posible limpiarlas superficialmente después de cada uno o dos usos.
Hay brochas que se ensucian y guardan más gérmenes que otras. Las que usamos para nuestros ojos o nuestro rubor, si no están limpias pueden transferir colores que no deseamos, los del anterior, al maquillaje actual. Y las brochas que usamos para nuestros correctores o bases de maquillaje albergan muchos aceites y gérmenes, además de que después de ciertos usos las cerdas ya no difuminan como cuando están limpias.



Si tu bolsillo te lo permite, puedes conseguir un limpiador especialmente formulado para las brochas de maquillaje, marcas como MAC, Clinique, Dior, los fabrican. Sin embargo, si ponemos atención a los componentes son básicamente Alcohol. Así que puedes conseguir un atomizador para viaje y alcohol con una concentración alta para que se evapore rápido y obtendrás los mismos resultados.


Toma una servilleta, atomiza dos o tres veces y frota la brocha con los movimientos lo más similares a su uso cotidiano como puedas, de esta manera no dañaras la forma y se conservará mejor. En algunos casos, el alcohol no quitara el color de las cerdas, pero si las desinfectara y evitara que dicho color se transfiera.

Este es el método superficial y rápido, pero si tus brochas son de cerdas naturales esto puede llegar a maltratarlas. Yo tengo sólo artificiales, así que uso este método con frecuencia.

El método profundo implica agua y jabón. Puedes utilizar un shampoo suave, jabón en barra (sugiero el más barato neutro), o jabon líquido para platos suave.


El jabón neutro lirio absorbe la grasa y limpia muy bien las cerdas. Al igual que el jabón para trastes, están formulados para desinfectar y para "arrancar la grasa" así nos aseguramos de que nuestras brochas queden perfectamente limpias. Si tus brochas tienen cerdas naturales agrega unas gotitas de aceite de oliva virgen para mantenerlas en mejor estado y recobren su suavidad.

Yo utilizó el jabón lirio porque es barato y funciona de maravilla, especialmente con la base de maquillaje, el delineador líquido o en gel, y productos en crema.

El procedimiento consiste en frotar la brocha en la barra de jabón, agregar un poco de agua y frotar hasta que genera suficiente espuma. Después aprieto las cerdas para que se limpie muy bien y enjuagamos. El proceso se repite hasta que el agua que sale después de exprimir nuestra brocha sea transparente.


Si esto no te convence con la desinfección puedes rociar con un poco de alcohol la brocha al finalizar.

Lo ideal, es que las brochas se sequen de manera que las cerdas queden boca abajo. Puedes tomar un poco de cinta y pegarlas a la pared o algo similar. O bien, recostarlas en una servilleta o toalla pero con un ligero ángulo. Esto, con el fin de que si quedo algo de agua en la férula no llegue a la parte del pegamento dañando la unión y rompiendo tu brocha. 

Espero que esto te haya ayudado de algo y recuerda ¡limpia tus brochas!




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